La sumisión trae bendición
Hoy hablaremos del capítulo 16 que aunque nos cuenta una historia de dos mujeres, encontré algunas aplicaciones para nuestra vida como hombres. Abraham y Sara ya rebasaban los 70 años y naturalmente ya no eran capaces de tener hijos, así que Sara en su deseo de ser madre le pide a Abraham que tenga hijos con su sierva Agar. En esos días era permitido que si una mujer era estéril podía darle una de sus sirvientas a su esposo para que tuviera hijos con ella y continuar su linaje, así que aunque lo que Sara estaba pidiendo no era pecado si demuestra era una grave falta de fe a la promesa que Dios les había dado de darles un hijo.
Muchas veces cometemos el error de querer ayudarle a Dios porque no vemos las promesas suceder en el tiempo en el que queremos, pero cada vez que tratamos de ayudarle sucede lo contrario, complicamos todo. Abraham le hizo caso a su mujer, y no me malentiendas, sí debemos escuchar a nuestras esposas pero su voz debe confirmar lo que el Espíritu de Dios ya te ha hablado, no debe de sustituir la voz del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Agar concibió un hijo de Abraham y miraba con desprecio a Sara, su señora, quien al ver esto la empezó a maltratar hasta que finalmente le piden que se vaya de la casa. Cuando Agar se va, se va pensando que no era valorada, que la estaban despreciando y que no veían que ella sí tenía la capacidad de concebir y darle un hijo a Abraham pero Dios la confronta y le pide que regrese y se someta a la autoridad de su señora. Muchas veces Dios nos da gracia y favor en la iglesia con algún líder y nos dan oportunidad de predicar, cantar en la alabanza o compartir algo o tal vez en el trabajo nos felicitan por algo que hicimos muy bien y esto se nos sube a la cabeza y nos sentimos de la misma forma que Agar, que nuestras habilidades y talentos no son valorados e incluso que ya no necesitamos a nuestro líder, Pastor o jefe. Déjame decirte algo, el talento no nos libra de vivir sometidos a las autoridades que Dios ha puesto en nuestra vida. Necesitamos estar bajo una autoridad y en esa sumisión Dios traerá bendición a nuestra vida.
