No mires atrás

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¿Cómo estás hoy en tu caminar con Dios? ¿Estás titubeando o avanzas firme? En esta parte del capítulo 19 veremos la ya tan conocida historia de Lot y su esposa que se convirtió en una columna de sal. Dios estaba por destruir la ciudad y decide sacar a Lot y su familia antes de la destrucción. Dos ángeles apresuraban a Lot y su familia para salir de la ciudad cuanto antes pero como Lot titubeaba (v.16), no sabía si quedarse en la ciudad o irse, los ángeles los tomaron de la mano y los sacaron porque Dios tuvo compasión de ellos y no quería que perecieran. Cuando ya estaban fuera de la ciudad, recibieron una instrucción por parte de un ángel: no miren atrás ni se detengan. Tristemente la esposa de Lot miró atrás y se convirtió en una columna de sal (v.26).

Esta historia nos enseña a no anhelar lo que dejamos atrás. La mujer de Lot amaba más el mundo que las cosas de Dios y si nosotros, hombre, vivimos mirando hacia atrás y anhelando lo que dejamos, no podremos avanzar y crecer en Dios. Dios nos ama y por compasión a nosotros, quiere salvarnos de la destrucción así como a Lot y su familia. Tenemos que aprender a perderle el amor al mundo, fijar nuestros ojos en Dios y correr hacia Él.