INTERCESORES

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Y el Señor dijo: El clamor de Sodoma y Gomorra ciertamente es grande, y su pecado es sumamente grave. Descenderé ahora y veré si han hecho en todo conforme a su clamor, el cual ha llegado hasta mí; y si no, lo sabré. Génesis 18:20-21

Dios le está contando a Abraham que está por destruir Sodoma y Gomorra debido a su maldad y perversidad. Ante tal declaración, Abraham fácilmente pudo 'lavarse las manos' y deslindarse de todo, finalmente a él no lo afectaría de ninguna forma. Pero, ¿Cuál fue la reacción de Abraham? Una vez más nos sorprende, y su respuesta ante tal situación fue: interceder.

¿En verdad destruirás al justo junto con el impío? Tal vez haya cincuenta justos dentro de la ciudad; ¿en verdad la destruirás y no perdonarás el lugar por amor a los cincuenta justos que hay en ella? Génesis 18:23-24

Desde el versículo 23 hasta el final del capítulo 18 podemos ver a Abraham intercediendo insistentemente a favor de la ciudad. Debido a que no se encontraron 10 justos (V.32), la ciudad fue destruida. Y tal vez piensas: “El clamor de Abraham fue en vano”. No, no fue en vano. A causa de ese clamor, cuando la ciudad estaba siendo destruida, Dios rescató a Lot y a sus hijas (familiares de Abraham).

Hemos sido llamados por Dios a ser hombres que se paran en la brecha a interceder y clamar por aquellos que no pueden o no quieren hacerlo. Clamemos por nuestros hijos, nuestra familia, nuestros compañeros de trabajo y por nuestra ciudad. No todos se van a salvar pero Dios va a mover su mano a nuestro favor y algunos serán salvos. Seamos hombres que, como Abraham, interceden con insistencia por la salvación de los demás.