SÉ UN BUEN PADRE
Como padres, una de nuestras tareas es amar a nuestros hijos. Hoy quiero enseñarte algunos
principios y parámetros basados en el capítulo 37, para cumplir con esta tarea que Dios nos
ha encomendado.
- Ama y trata a todos tus hijos por igual. Tener un hijo favorito no es opción, es un problema.
Sé que todos nuestros hijos son diferentes, pero debemos tener el mismo amor por cada
uno y tratarlos de la misma manera a todos. Tus hijos deben poder ver que manifiestas tu
amor por cada uno de la misma forma (v.1-4).
- Tener un hijo favorito causará conflictos entre tus hijos y traerá división en tu familia (v.4-11).
- Es tu responsabilidad fomentar el amor y la buena relación entre tus hijos. Si alguno de tus
hijos tiene un mal hábito, por ejemplo, es conocido por ser el 'hermano chismoso’, hazle ver
su error con amor y ayúdale a dejar a un lado eso. Evitarás muchos problemas y traerás
unidad entre ellos (v.12-28).
Hombre, si hay algo que debas cambiar en tu relación con tus hijos, ¡estás a tiempo, hazlo
hoy! Amemos a nuestros hijos por igual, tratémoslos equitativamente. Seamos padres que
fomentan el amor y una buena relación entre nuestros hijos, que perdure para siempre.